La historia de Patricia

Soy Patricia, tengo 38 años. En mi familia somos 4: "Mi niño" que tiene 2 años y medio, es Gabriel. Mi otra hija es Natalia que tiene 16 años, y por último está mi marido que tiene mi edad. 
Conocí Itaca por casualidad, una amiga me invitó cuando mi hijo tenía sólo 4 meses. Me dijo que había talleres para familias y decidí asistir. Otras madres me ayudaron a entrar en el programa y pronto me sentí como en casa. He aprendido mucho desde que empecé, por ejemplo, cómo enseñar a mi hijo a socializar mejor, dejando que sea más independiente y se relacione con otros niños.  Gabriel ha mejorado en su autonomía, ¡ha dejado los pañales! Eso es un gran paso.  Ahora también come solo. 

Durante el confinamiento, el apoyo de la fundación fue incondicional. Itaca y THSN, junto con otras fundaciones, nos dieron comida y apoyo en ese momento tan difícil. Incluso ofrecieron ayuda económica a las familias que se encontraban en dificultad extrema. De hecho, como he recibido tanta ayuda y estoy tan agradecida, recomiendo el programa a mis amigos. Los que realmente necesitan ayuda, pero también por el apoyo social, psicológico y emocional... te sientes muy respaldado por la Fundación. En estos momentos tan complicados que estamos viviendo, es importante sentirse protegido. 

Una de las cosas que me hace más ilusión y me enorgullece, es que mi hija Natalia, que ya participó en los programas de Itaca cuando era adolescente, ahora quiere ser educadora infantil, y participa en sesiones con los niños como voluntaria en el programa THSN, para conocer esta profesión. 
La Fundación acoge a todo el mundo. Nos apoyan en el desarrollo familiar y nos asesora durante el proceso de educación de nuestros hijos.
Debemos valorar la vida, y a nosotros mismos cada día: la familia, el medio ambiente, la sociedad, la salud, que se ha visto tan afectada. Gracias a THSN e Itaca disfrutamos del crecimiento familiar y espiritual.